“No hay medicinas y los niños se están muriendo”

Madres piden por sus hijos. En “decadencia” está el octavo piso de la torre pediátrica del Hospital Universitario de Maracaibo (HUM), donde se atienden a los infantes con hidrocefalia (acumulación del líquido cefalorraquídeo en el cerebro) y epilepsia.
Maywyn Pérez, madre de una joven de 12 años con epilepsia, relató que desde hace dos años se encuentra en “desidia”. Reclamó la falta de insumos, válvulas para las derivaciones y las “malas” condiciones higiénicas. “No hay medicinas y los niños se están muriendo. No tienen soluciones ni derivaciones nuevas. Cómo es posible que el Universitario esté en estas condiciones tan precarias. Las madres nos bañamos con potes de agua estancada”.
Denunció la falta de aires acondicionados en la torre pediátrica, lo que empeora la condición de los infantes debido a sus derivaciones encefálicas. La enfermedad de los menores amerita cuidados sanitarios “estrictos” ya que la menor contaminación de las derivaciones podría ser mortal. “Muchos se infectan y los llevan a UCI y ahí fallecen”.
El sábado 24 de octubre de 2015 Samuel Viloria, director del HUM, anunció la llegada de los equipos. De acuerdo con testigos, el mismo día se instaló un aire de cinco toneladas para ambientar tres cuartos y un aire split para otro. A la fecha esperan el acondicionamiento del resto de la torre.
Protesta
Para Adriana Arias, el “calvario” inició desde el nacimiento de su bebé conhidrocefalia hace cuatro años. Señaló tener un “récord” de tres válvulas desde finales de 2015. “Los niños se contaminan porque las válvulas que tenemos no son las originales para ellos y cuando llegan las originales, las venden aquí afuera”.
Se quejó, incluso, de “discriminación” por parte del personal del piso: “Como tienen una discapacidad, los tienen aislados. Hasta usan expresiones como: los cabezones”.
Un grupo de 15 madres se armó de valor y trancó las calles frente a la Facultad de Ingeniería solicitando respuestas por parte de las autoridades del hospital. Lusday Casanova decidió alzar su voz, contó haberse visto en la necesidad de pedir dinero en la calle para comprar las 11 ampollas para el tratamiento de su hijo, las cuales no surtieron efecto. “Siguen ocultando las cosas. A mi hijo no le hizo -efecto- el medicamento porque necesita una derivación cerrada y aquí no lo hay”.
Guerra mediática 
Personal de la Dirección de Seguridad del HUM acudió para tratar de dispersar la protesta vociferando y apuntando como “una guerra mediática que viene transmitiendo los medios de comunicación”. A las acusaciones, las madres respondieron: “No es una guerra, es la realidad”.
Luego de la manifestación, las madres acudieron a la oficina de Viloria para plantear la situación. Rosleidy González aseveró que el director se mostró “desconcertado” ante las denuncias y alegó “no tener conocimiento de que faltaran los aires en el piso”. Afirmó además que las válvulas para los pacientes “no se conseguían”, por lo que pidió tiempo para la adquisición de algunas. “Le dijimos que nosotros sí las conseguíamos pero en 380 mil y 400 mil bolívares cada una. Así que le dimos el número de los proveedores para que resolvieran”.
González , con el grupo de madres agraviadas, prometieron continuar con las protestas y llamar a los demás afectados de los pisos en caso de no recibir las soluciones en la brevedad. “Si no nos resuelven, seguiremos protestando”.

Paulina Chirinos / Maracaibo / pchirinos@laverdad.com

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