Derrames de petróleo en el lago afectan a pescadores, a sus familias y su sustento.

Los constantes derrames de petróleo en el Lago de Maracaibo, han venido afectando negativamente la vida y por ende, el sustento de los pescadores y las familias asentadas en sus costas.

La falta de políticas efectivas en materia de prevención o en su defecto ante una contingencia o, la falta de voluntad de Petróleos de Venezuela S.A para aplicarlas, han venido ocasionando desde hace mucho tiempo, que la calidad de vida de los trabajadores de la pesca esté por el suelo, sin contar el impacto ambiental.

A tal conclusión llegó Yexon Huerta, coordinador por Primero Justicia en la parroquia La Rosa de Cabimas, posterior a la realización de la llamada Operación Lupa en el sector R1.

Los derrames que salen de la Estatal petrolera a lo largo de toda la costa del lago no son nada nuevo, así como tampoco lo es el silencio con que son tratados y la lentitud con que son resueltos.

Huerta, también integrante del movimiento juvenil de la tolda aurinegra, se reunió con varios residentes de ese sector, en su mayoría pescadores.

Mervin Méndez cuenta con 30 años en el ejercicio de la pesca, se quejó de que el petróleo derramado disminuye la cantidad y calidad de alimentos de los peces en el lago, así como el crecimiento y la reproducción de estos, mermando su cantidad.

Lo anterior traduce en pescados en menor cantidad, de menor tamaño y por ende, menor es la paga. También mancha sus chinchorros –redes- botes y demás instrumentos de trabajo.

Explicó que cada paquete de chichorro usado tiene un valor de 10 mil bolívares y nuevo alrededor de 40 mil, por lo que no se pueden dar el lujo de perderlos.

Las consecuencias que acarrea el petróleo derramado son drásticas, éste emana gases al igual la gasolina que es utilizada para limpiarlo, lo que ocasiona estragos en los pulmones y la piel de los residentes de R1, entre ellos niños y animales domésticos.

Otro problema es conseguir, en estos tiempos, esa gasolina para limpiar lo que ellos llaman chinchorros con los que ellos pescan, siendo tratados como bachaqueros de combustible por la GNB.

Aracelis Méndez con 25 años en la zona y ama de casa viviendo de la pesca reveló que la comunidad han ido ante la petrolera a formular la denuncia y pedir se les brinde una solución, pero no son escuchados: “Nos marean, nos dicen que si que van a solucionar pero no hacen nada”

Los residentes de R1 declararon que en su gran mayoría eran “chavistas” pero dada la situación, el descontento ha sobrepasado su convicción política y ha motivado su intención de votar por un cambio

Solo en el mencionado sector se cuentan 50 botes a razón de 3 pescadores cada uno para un total de 150, que también se ven amenazados por los llamados “Piratas del Lago”, explicó Juan Morales, otro trabajador de la pesca.

Se conoció que las alternativas laborales para esta comunidad, son muy limitadas, ya que llegan numerosas contratistas, que solo los emplean de manera temporal y se marchan sin cumplir con la ley del trabajo vigente.