Conozca más sobre el sórdido crimen de Franchesca en La Matancera: Hasta un niño de diez años fue drogado

No es fácil digerir cada episodio que vivió Franchesca Natalia Carrillo antes y después de su violación y asesinato. Detrás de ese crimen están delincuentes juveniles pero yendo un poco más atrás existen otros responsables, malas madres.

La tragedia por la que paso la jovencita de 13 años para algunos vecinos pareciera ser la crónica de una desgracia anunciada. Desde los diez años se aventuró a dar sus primeros largos pasos en su barrio José Gregorio Hernández de Maracaibo, el mismo donde se crió y ayer murió.

Esas andanzas que no controló su madre Angie Hernández la llevaron a la muerte…y de que manera. Así lo decían uno y otro vecino esta mañana alrededor de la casa de la menor donde realizaban su velación, justo a unos cien metros de la vivienda donde ocurrió el atroz suceso.

Una rebeldía prematura de Franchesca fue la excusa que Angie Hernández les dio a los investigadores del CICPC cuando le preguntaron por los malos pasos que la niña había dado. “Esta mujer comentó serenamente que a su hija, desde que cumplió diez años, no pudo controlarla. Aunque no lo quiera reconocer, por no ponerle reparo a las excesivas libertades de su niña, fue la causa que la llevaron al malvado mundo del consumo de droga….”, reveló uno de los investigadores del CICPC.

La noche del miércoles Franchesca salió como de costumbre pero esta vez acudió a una cita que le hizo un adolescente de 17 años, a quien conoció desde que estudiaron juntos en el preescolar María Rosario Campos. Precisamente diagonal a ese centro de enseñanza reside este muchacho conocido como “Dani”. No más de cien metros separaban su casa con la de Franchesca. Pero ella no fue directo a ese encuentro. Dio unas vueltas y se encontró a uno de sus amiguitos; un niño de diez años quien ya había tomado el mismo camino que Franchesca inició hace tres años. Los investigadores descubrieron que el pequeño acompañó a su amiga hasta la casa de “Dani”.

Allí, en esa residencia, se había formado una especie de centro de consumo de drogas y hasta distribución, reveló una fuente vinculada a las averiguaciones. El sitio perfecto que encontró “Dani” y sus amigos, fue un anexo de la casa, donde hace tiempo atrás funcionó una bodega. En ese lugar entró Franchesca y el niño, a eso de las nueve de la noche del miércoles. Tras investigaciones se determinó que al niño le dieron una buena cantidad de droga en ese lugar y luego se marchó, quedándose la pareja sola, pero no por mucho tiempo.

Cerca de la media noche se presentaron en la vieja bodega que funcionó hasta hace diez años, Leonardo De Jesús Meneses Palmera (19), uno de sus hermanos de 15 años y otro adolescente de 16. Estos tres junto a “Dani”, se encargaron de meterle una exagerada cantidad de droga a la joven para luego practicarle a la fuerza violaciones ano-vaginales, según lo determinaría posteriormente el examen forense.

Franchesca sin saberlo había sido víctima de un engaño. Ella sólo pretendía verse con su vecino pero este degenerado, como si se tratara de un pastel, quiso compartirla con sus amigos. Su resistencia hizo que la golpearan para abusar de ella hasta cegarle la vida.

Unos pocos metros retirados de la bodega, en el interior de la casa, se encontraba Yuraima Del Carmen Hernández Hernández (34), madre del “Dani” e igualmente adicta a los estupefacientes. Al enterarse de lo ocurrido, optó por librar a su hijo del horrendo crimen que había cometido y junto al muchacho, arrastro el cuerpo desde el interior de la bodega hasta la acera de la casa vecina. Pero dentro dejaron suficientes evidencias que al día siguiente recolectaron detectives del CICPC. La víctima, quien recibió golpes en la cabeza y fue estrangulada, tenía en sus manos rastros de cemento, el mismo que se encontraba expandido en la bodega. Ese material de construcción también estaba impregnado en los pies de Franchesca y cuando la arrastraron –se estima que a eso de la una de la madrugada del jueves- dejó un leve rastro en el porche de la casa. Era una de las más claras evidencias que los funcionarios de la policía científica hallaron.

Los hombres de la División de Homicidios del CICPC-Zulia recibieron una directa y clara instrucción de su jefe, el comisario Wilmer Rodríguez. No llegar a la delegación sin los responsables de ese aberrante hecho. Así ocurrió, antes de las diez de la mañana del Jueves seis personas fueron arrestadas pero sólo cinco tenían responsabilidad directa en el crimen. Los primeros en ser arrestados fueron el adolescente de 17 años y su madre. Luego cayeron los otros dos menores y el mayor de 19 años, todos azotes del sector.

Noticia al Día